CASOS COMPLICADOS : ÁPICES ABIERTOS
ÁPICES CON REABSORCIÓN TRAS FRACASO ENDODÓNTICO
Paciente joven al que tras un traumatismo de los incisivos centrales superiores le realizaron sendas endodoncias que han fracasado, motivo por el cual me lo envian a la consulta.
El paciente se presenta con fístulas en vestibular de los incisivos y refiere episodios pasados de dolor e inflamación en esa zona.
En la radiografía con las fístulas canalizadas apreciamos unas endodoncias con una obturación deficiente, reabsorcion de los ápices y áreas radiolúcidas periapicales.
El retratamiento de estos dientes plantea algunas dificultades sobre todo en lo que se refiere a la determinación de la longitud de trabajo y a la consecución de un buen sellado debido a la reabsorción de la porción apical de la raiz.
El uso del microscopio fue de gran ayuda para la eliminación cuidadosa del material de relleno que se encontraba sumamente contaminado. Lo cierto es que la magnificación resulta sumamente útil en todas las fases del tratamiento.
El localizador electrónico de ápices no puede ayudar mucho en estos casos a pesar de utilizar limas muy gruesas para que se ajusten en alguna parte de la zona final del conducto. El problema fundamental es que en estos ápices no existe foramen ni constricción apical y el LEA detecta precozmente la presencia del periodonto por lo que suele marcar corto.
La imagen radiográfica del ápice tampoco resulta de gran ayuda puesto que la reabsorción no es uniforme y las paredes del conducto presentan distintas alturas que no podemos controlar bien al ofrecer la radiografía una imagen bidimensional.Tomaremos como referencia la parte más alta de la raiz menos 1,5-2 mm.
Para poder tener un adecuado stop apical contamos con la posibilidad de crear un tapón de MTA(2) después de haber dejado previamente una pasta de hidróxido de calcio (1) dentro del conducto durante dos-cuatro semanas para mejorar sus condiciones internas.
Transcurrido este tiempo las fístulas que presentaba el paciente ya habían desaparecido.
La manipulación y colocación del MTA resulta algo complicada por las propias condiciones del material y la falta de una matriz contra la que condensarlo siendo frecuente la extrusión del mismo que no supone problema al ser biocompatible y osteogénico.
Para colocarlo se transporta con una jeringa específica y se condensa mediante una punta gruesa de papel bajo visión microscópica.
Antes de proceder al relleno con gutapercha y cemento dejamos una punta de papel humedecida dentro del conducto durante un par de dias para ayudar al fraguado del MTA.
El relleno lo realizamos con pistola de inyección de gutapercha caliente.
En el control a los 6 y 12 meses el paciente se encuentra asintomático, sin fístulas y con una disminución de las áreas radiolúcidas.
No obstante teniendo en cuenta el origen traumático de la patología controlaremos al paciente anualmente para detectar precozmente cualquier complicación (tipo reabsorción) que pudiera presentarse.
Paciente joven al que tras un traumatismo de los incisivos centrales superiores le realizaron sendas endodoncias que han fracasado, motivo por el cual me lo envian a la consulta.
El paciente se presenta con fístulas en vestibular de los incisivos y refiere episodios pasados de dolor e inflamación en esa zona.
En la radiografía con las fístulas canalizadas apreciamos unas endodoncias con una obturación deficiente, reabsorcion de los ápices y áreas radiolúcidas periapicales.
El retratamiento de estos dientes plantea algunas dificultades sobre todo en lo que se refiere a la determinación de la longitud de trabajo y a la consecución de un buen sellado debido a la reabsorción de la porción apical de la raiz.
El uso del microscopio fue de gran ayuda para la eliminación cuidadosa del material de relleno que se encontraba sumamente contaminado. Lo cierto es que la magnificación resulta sumamente útil en todas las fases del tratamiento.
El localizador electrónico de ápices no puede ayudar mucho en estos casos a pesar de utilizar limas muy gruesas para que se ajusten en alguna parte de la zona final del conducto. El problema fundamental es que en estos ápices no existe foramen ni constricción apical y el LEA detecta precozmente la presencia del periodonto por lo que suele marcar corto.
La imagen radiográfica del ápice tampoco resulta de gran ayuda puesto que la reabsorción no es uniforme y las paredes del conducto presentan distintas alturas que no podemos controlar bien al ofrecer la radiografía una imagen bidimensional.Tomaremos como referencia la parte más alta de la raiz menos 1,5-2 mm.
Para poder tener un adecuado stop apical contamos con la posibilidad de crear un tapón de MTA(2) después de haber dejado previamente una pasta de hidróxido de calcio (1) dentro del conducto durante dos-cuatro semanas para mejorar sus condiciones internas.
Transcurrido este tiempo las fístulas que presentaba el paciente ya habían desaparecido.
La manipulación y colocación del MTA resulta algo complicada por las propias condiciones del material y la falta de una matriz contra la que condensarlo siendo frecuente la extrusión del mismo que no supone problema al ser biocompatible y osteogénico.
Para colocarlo se transporta con una jeringa específica y se condensa mediante una punta gruesa de papel bajo visión microscópica.
Antes de proceder al relleno con gutapercha y cemento dejamos una punta de papel humedecida dentro del conducto durante un par de dias para ayudar al fraguado del MTA.
El relleno lo realizamos con pistola de inyección de gutapercha caliente.
En el control a los 6 y 12 meses el paciente se encuentra asintomático, sin fístulas y con una disminución de las áreas radiolúcidas.
No obstante teniendo en cuenta el origen traumático de la patología controlaremos al paciente anualmente para detectar precozmente cualquier complicación (tipo reabsorción) que pudiera presentarse.
Muchas gracias Patricia por este nuevo caso tan interesante y complejo a la vez. Un saludo.
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